Mostra de cinco pintores españoles estudiantes “Erasmus” de la Accademia di Belle Arti de Roma
Cinco alumnos españoles del profesor Enzo Orti, compañeros de la Academia, copan estos días la sala de exposiciones Ateneo delle Culture, que este profesor organiza en su mismo estudio y para sus discípulos.
Desde este blog quiero felicitarles. COMPLIMENTI !
Alonso Pérez Ortega ha llevado a un nivel diferente, de gran fuerza colorista, el tema del origen del mundo. Lo que en Courbet es una visión de cosmogonía totémica, una magnífica reducción, pero parcial en definitiva, en el cuadro de Alonso representa el viaje del sueño al calor del día de una mujer que tiene rostro; sus labios, aún dormidos, respiran levemente, todavía inmersos en la noche, mientras acoge en su cuerpo la luz incipiente del día.

Anabel Maldonado Martin de la Universidad de Granada, ante su obra, en compañía de Alonso Pérez Ortega y Victor Martínez Coronatti de la Universidad de Valencia
Las figuras que presenta Anabel Maldonado Martín, son como las habitantes emergentes de un ninfeo o de un sueño autobiográfico, de un interior de inciertas e íntimas vibraciones que invitan a la música callada.
En continuidad con ese sosiego y el silencio físico de una música interior, Pablo Suárez (Universidad de Santa Cruz de Tenerife) expone sus autorretratos, el que podríamos llamar durmiente sobre el piano de cuerpo entero (así debió encontrar Venus a su Adonis) y el de su rostro, frontal y decidido, para, al parecer, disuadir a los posible músicos que quisieran tentar el teclado de ese vetusto y desafinado mueble. Aunque hay voces que dicen que al final del vernissage hubo alguna pianista improvisada que, afrontando esa mirada, se atrevió, al calor del vino español, a sacar de su letargo al instrumento.
De pequeño copiaba a Murillo y ahora revive las lecciones de la escuela maternal recordándonos, con su increíble facilidad y su pincelada teñida de socarronería, que después de las tres comidas, es decir mattina, mezzogiorno e sera, hay que lavarse los dientes. Es Antonio Sánchez Rivas, a pocos meses de concluir su carrera de Bellas Artes con el broche de oro de Roma.
y Victor Martínez Coronatti, de la Universidad de Valencia, expone una serie de acuarelas, paisajes interiores, abstracciones de potente color, junto a algún sensible dibujo en que se presiente de nuevo el tránsito entre vigilia y sueño
